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La inesperada transformación de la tormenta tropical Otis en huracán categoría cinco en un lapso de horas es una lección para desarrolladores y propietarios inmobiliarios sobre la importancia de incorporar fachadas ligeras contra huracanes en las edificaciones.
Por: Staff Primer Plano
Otis, el fenómeno meteorológico que en cuestión de horas intensificó su evolución de ciclón a tormenta tropical y, finalmente, a huracán categoría 5 en la escala Saffir-Simpson en la costa del Pacífico, trajo consigo una lección a propietarios de inmuebles y desarrolladores de la industria de la construcción: esperar lo inesperado y prever soluciones antes que padecer consecuencias como la pérdida del patrimonio o inversiones no previstas en remodelaciones y adecuaciones.
Fue un huracán atípico: si bien el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos había previsto su formación desde el 15 de octubre de 2023, la agudización del fenómeno y su consolidación el 25 de octubre como huracán mayor no estaba prevista y, por ende, en la zona turística de Acapulco, Guerrero, nadie estaba preparado ante su llegada.
Las inundaciones, los vientos sostenidos de 270 kilómetros por hora y el desplazamiento de tierra que trajo consigo Otis lo ubican como la primera tormenta en fortalecerse en tiempo récord en el noroeste del Pacífico y el huracán más fuerte que haya impactado en la costa, superando a Patricia, el “super huracán” que ocho años antes excedió los récords de mayor velocidad de viento y menor presión atmosférica hasta que se degradó una vez tocó tierra.
Sin embargo, a diferencia de Patricia, las secuelas de Otis fueron mayores para la población, la economía portuaria y la industria inmobiliaria: la calificadora Fitch Rankings estimó que las pérdidas económicas de este fenómeno alcanzan 16 mil millones de pesos.
Por su parte, la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) informó que, a un mes del paso de Otis por Acapulco, las estimaciones de los daños en los hoteles valuados alcanzan los 6 mil 916 millones de pesos, mientras que las pérdidas relacionadas con bienes inmuebles asegurados son de 7 mil 717 millones de pesos y en el caso de la infraestructura gubernamental, el costo de los daños se estima en dos mil 924 millones de pesos.
“Proteger de más, no está de más”
El impacto del cambio climático, que propicia la formación de fenómenos hidrometeorológicos atípicos como Otis en Guerrero, requerirá que en los años por venir las desarrolladoras y constructoras inmobiliarias no solo cumplan con las normas que se adicionen a los reglamentos de construcción en territorios costeros, sino que ofrezcan de manera anticipada soluciones ante fenómenos inesperados, como la implementación de sistemas de fachada ligera contra huracanes.
“Nadie se imaginó que la noche del 25 de octubre habría ráfagas de viento de hasta 330 kilómetros por hora”, expresa Rodolfo Fernández Salazar, director de Servicios Técnicos de STO, empresa alemana de alcance internacional en el desarrollo de recubrimientos de sistemas de fachadas EIFS para la industria de la construcción. Nadie lo imaginó porque era algo que no se había observado con anterioridad.
Fernández explica que, previo a Otis, los registros históricos de los vientos sostenidos oscilaban entre los 145 hasta los 200 kilómetros por hora:
“Con este marco trabajan muchos de los constructores y los desarrolladores inmobiliarios, así como las compañías que laboran, estudian o sugieren ingenierías para las fachadas”. Pero, ante la presencia de cambios en el clima como los que se viven en la actualidad, estos parámetros deberán cambiar.
Por ejemplo, el 15 de diciembre de 2023 se publicó en el Diario Oficial de la Federación el decreto a través del cual se expidieron ajustes a los lineamientos tanto para la reconstrucción como para las construcciones que se efectúen en municipios costeros de Guerrero, que obliga a que materiales como ventanas, canceles y fachadas cuenten con resistencia probada, tomando como base una velocidad de viento de 200 a 300 kilómetros por hora.
Y es que, como enfatiza el director de servicios técnicos de STO, “los vientos sostenidos son los que causan los mayores daños a las construcciones y la infraestructura. Por eso hubo muchas estructuras que no resistieron el impacto de Otis”.
Además, la resistencia estructural de la cancelería de aluminio deberá contar con refuerzos de seguridad, así como sistemas de protección contra daños certificados.
A esto se adiciona el uso en fachadas de paneles ligeros que cumplan con tener conectores reforzados y complementos estructurales que garanticen la estabilidad y seguridad, mismos que no podrán ser utilizados para fines estructurales principales y cuya instalación corra a cargo de personal calificado, así como la supervisión y validación por el director responsable de obra.
Para enfrentar el cambio climático podría ocurrir que otros estados con territorios costeros sigan el ejemplo de Guerrero e implementen ajustes en sus lineamientos de construcción, sin embargo, arquitectos como Moisés Achar Zayat, Director de Construcción Proarquitectura S.C, advierte que más allá de ajustarse a nuevos lineamientos en las normativas de construcción, es indispensable aprender de lo acontecido en Acapulco, adelantarse y ofrecer soluciones que prevean intensidades meteorológicas inusuales:
“Proteger de más, no está de más. En la implementación de soluciones en fachadas, tenemos que buscar un extra. Algunos cambios que hemos decidido en nuestro caso, es revestir las fachadas con block y sistema EIFS”.
La sigla EIFS se refiere a Exterior Insulation Finish Systems, un recubrimiento exterior en capas que funciona, entre otras cosas, como barrera de aire. Y es que, Achar, al igual que Fernández, indican que los mayores daños a las construcciones costeras son a consecuencia de los vientos sostenidos y los “proyectiles”, es decir, mobiliario exterior y otros objetos pesados que pueden impactar en los edificios.
“Para proteger el impacto de los proyectiles el sistema debe estar reforzado en sus primeros 9 metros de altura, lo que equivale más o menos a tres niveles del edificio. Las fachadas ligeras que resisten los proyectiles tienen como valor el peso. Se integran de bastidor, colchoneta, revestimiento y el aislamiento del acabado. Su peso es de aproximadamente de 35 kilos por metro cuadrado.”, explica Fernández.
Los Sistemas constructivos para protección contra huracanes STO THERM EIFS también contemplan soluciones ante otras afectaciones provocadas por huracanes mayores, como la humedad: “Cuando las velocidades de viento traen consigo agua, se reblandecen los anclajes, las fijaciones, y eso propicia el desprendimiento y colapso de toda la estructura”, agrega Fernández, quien advierte que la prevención de la humedad a través de los sistemas de fachada ligera no es un tema que preocupe a los desarrolladores inmobiliarios o a los constructores, lo cual representa un riesgo:
“En Acapulco, muchas de las fachadas que vimos en el piso se habían caído porque su fijación mecánica a la estructura estaba oxidada, por lo que cualquier viento de 200 Km/h las hubiera desplomado”.
Por eso, Fernández indica que la implementación de sistemas de fachadas que cuenten con la certificación de Miami Dade County es una inversión que a futuro también representa la tranquilidad y la protección del bien inmueble.
Por su parte, Corrado Montalti, director general de Sto México explica que los sistemas de fachada que maneja la multinacional alemana y que distribuye un instalador certificado como Primer Plano tienen la capacidad de resistir vientos, penetración de agua y el impacto de posibles proyectiles externos con velocidades de hasta 390 kilómetros por hora.
“Es el único sistema EIFS en México que cuenta con la certificación del Miami Dade County y está a disposición para todos aquellos proyectos nuevos o a reparar y reconstruir, que deseen evitar las consecuencias de eventos atmosféricos tan extremos pero, al mismo tiempo, ya tan recurrentes a nivel mundial”.
Sistemas de fachadas contra huracanes EIFS: cuidado y protección del patrimonio asegurado
Corrado Montalti, apunta que, previo al cambio climático, el mayor enemigo de las edificaciones en Acapulco no eran los huracanes, sino los sismos:
“En Acapulco sigue temblando todas las semanas”, indica Montalti. “ La única forma de enfrentar los fenómenos naturales en los próximos años será dar una solución definitiva que contemple tanto los daños por huracán, como las grietas y las fisuras que dejan los sismos”.
Ese es el reto que afronta la industria de la construcción: adelantarse con soluciones a los fenómenos meteorológicos atípicos que se presenten en próximos años y que arriesguen el valor económico de los inmuebles o representen gastos importantes en su reconstrucción.
Montalti advierte que después de Otis se observará un aumento importante de las primas de seguro:
“Esta prima tendrá un decremento en la medida que los sistemas constructivos de cualquier edificio tengan elementos como sistema de fachadas, certificaciones integrales de fachada, ventanas y otros detalles que aseguren que no exista daño. Las protecciones pueden inferir de forma indirecta en bajar el costo de la prima de seguro”.
En esto coincide Rodolfo Fernández: “Con las aseguradoras se puede negociar primas de seguro mucho más accesibles cuando los edificios cuentan con tecnologías aprobadas con códigos internacionales vigentes y certificaciones”
En lo que respecta al riesgo de pérdida de plusvalía de las propiedades que han sido gravemente afectadas por un huracán, Moisés Achar comenta :
“Acapulco va a retomar su plusvalía. De momento, habrá gente que no tenga con qué enfrentar esto y le va a costar una millonada resolver los costos de reparar el exterior y el interior de su edificio. Cuando no se cuentan con los recursos para cubrir reparaciones mayores, baja la plusvalía, pero es temporal. Al reparar vuelve a recuperar su valor”.
Achar agrega que las protecciones que se implementen en los edificios de manera preventiva podrían marcar la diferencia, independientemente del factor del seguro: “Si cuentas con protecciones a prueba de huracanes, evitas reconstrucciones costosas en tiempo y en recursos económicos”.
Finalmente, el arquitecto apela por implementar acciones preventivas que no representan un costo. Por ejemplo, resguardar los objetos que pudieran convertirse en proyectiles (camastros, sombrillas, televisores, muebles para exteriores).
A inicios de 2024 el Foro Económico Mundial identificó a los eventos climáticos extremos como la segunda causa de riesgo en los próximo dos años y la primera causa en los próximos diez. Ante esta realidad, la industria de la construcción deberá ofrecer soluciones integrales y certificadas que permitan hacer frente a los tiempos que se avecinan.
REPORTAJE POR:
TATIANA MAILLARD CANTON.
Fuentes:
Diario El País, 26 de octubre 2023
https://elpais.com/mexico/economia/2023-10-26/las-perdidas-economicas-por-otis-en-guerrero-rondan-los-15000-millones-de-dolares.html
Enciclopedia Humanidades
https://humanidades.com/huracan-patricia/
Portal Ciencia, Nasa
https://ciencia.nasa.gov/ciencias-terrestres/el-huracan-otis/
El Financiero, 01 de noviembre 2023
https://www.elfinanciero.com.mx/economia/2023/11/01/perdidas-por-otis-ascienden-a-16-mil-mdd-preve-fitch/
Portal de prensa de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros
https://amisprensa.org/public/documentos/vf-1-de-cada-3-pesos-en-danos-por-otis-son-bienes-habitacionales-32.pdf
Portal de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción
https://www.cmic.org/construcciones-que-resistan-vientos-de-300-kms-en-los-nuevos-lineamientos/
Informe Global de riesgos 2024, Foro Económico Global
https://es.weforum.org/publications/global-risks-report-2024/